por Miguel J. Montaño
Uno de los mayores retos de nuestro futuro más próximo es afrontar la transformación que supone la Agenda 2030 (Asamblea General de las Naciones Unidas. Septiembre 2015), que implica cambios culturales tanto en la esfera individual como en la comunitaria. La Agenda 2030 para el desarrollo sostenible cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) correlacionados, 169 metas (cuantitativas y cualitativas) y 241 indicadores, que hacen posible medir y trabajar los datos obtenidos de forma homogénea a los actores de los 193 países que están implicados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, facilitando el conocimiento de otras experiencias, así como la posibilidad de exportar y aplicar en otro territorio un modelo probado de éxito, en una clara apuesta por mejorar el desarrollo de todas las personas y la protección medioambiental del planeta.
El compromiso con el planeta de la Agenda 2030 implica poner en el centro a las personas en la fase de toma de decisiones, de acuerdo con los principios de dignidad e igualdad, para cambiar nuestro estilo de desarrollo de forma respetuosa con el medio ambiente incluyendo a gobiernos e instituciones de todos los niveles, entidades sociales, sector privado, mundo académico y a todas las personas. La transformación será posible con la creación de sociedades inclusivas y justas al servicio de las personas de hoy y de futuras generaciones, donde el paradigma de desarrollo actual se transforme en uno sostenible, inclusivo y con visión a largo plazo.
La Agenda 2030 no es cooperación internacional, más centrada en las relaciones norte-sur. Su finalidad es la de ser una herramienta de transformación que propicie nuevas formas de colaboración para la creación de una sociedad global interdependiente.
Comunicación política y Agenda 2030
Alinear la comunicación de instituciones públicas, partidos políticos y cargos electos con la estrategia que marca la Agenda 2030 de Naciones Unidas será fundamental para el éxito de una propuesta que pretende cambiar los modelos de producción y consumo mundiales. Es importante que cada una de las personas que ostentan responsabilidades públicas integren en su día a día, y por tanto en su estrategia para la comunicación política, impactos para dar a conocer la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, así como de las actuaciones realizadas atendiendo los criterios establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los impactos que deseamos realizar deben adaptarse al ámbito en el que nos encontremos a la hora de realizar nuestra comunicación política: institucional, de partido, como cargo electo en el desempeño de sus competencias o la personal. Tan importante como adaptar nuestra comunicación al ámbito y al canal en el que nos encontramos es aplicar segmentación adaptando esa comunicación al público objetivo al que nos dirigimos.
El método que más se adapta a nuestra comunicación política lo baso en la comunicación en valores. Es decir, debemos abandonar los vicios adquiridos en nuestra forma de comunicar, si es que los hay, donde utilizamos recursos fáciles como la descripción de acciones o de espacios para comunicar y pasar a una comunicación más profunda y de calidad donde se le da la importancia que requiere los valores y principios que emanan de aquello que pretendemos comunicar.
¿Qué es la comunicación en valores?
Los valores y principios son imprescindibles para establecer criterios positivos en común que nos permita vivir en una sociedad armónica y cohesionada. Se entienden como pautas de comportamiento universales, que se transmiten de generación en generación en una sociedad, y que pretenden encauzar la conducta de las personas bajo conceptos como: justicia, honestidad, libertad, respeto y/o responsabilidad para fomentar la convivencia en positivo en sociedad.
Apuesto por que la comunicación en valores establezca una forma de comunicar en la que inculcaremos en sus impactos aquellos valores y principios que emanan de lo que queremos comunicar.
Este es un concepto que podemos entender perfectamente con el siguiente ejemplo:
Asociaciones deportivas de la ciudad invitan al cargo electo a un torneo de fútbol infantil mixto que sea realiza en su municipio. La imagen seleccionada para reforzar la comunicación es:
Comunicación en valores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible #ODS de la @ONU_es
#Agenda2030 @Agenda2030Esp
#DDHH #HumanRights #GlobalGoals #StandUp4HumanRights #UnitedNations pic.twitter.com/W3CozrdMbm— Miguel Montaño 🇪🇺 (@conectapersonas) July 18, 2019
El texto que normalmente encontramos suele empezar con un “hoy toca” y sigue con una descripción sencilla de lo que sucede en la imagen: “campeonato de fútbol infantil con las asociaciones de la ciudad”.
La comunicación en valores es la forma que utilizaremos para enlazar lo que en la imagen ocurre con los valores de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Esto nos abre un amplísmo abanico de posibilidades a la hora de trabajar con diferentes ODS: el poder del deporte como elemento cohesionador, de igualdad de género, la promoción de los hábitos saludables, la prevención de las enfermedades o la vida activa como activo en salud.
Si quieres ampliar la información sobre cómo empezar una revolución que transforme el mundo puedes consultar el documento 170 acciones diarias para transformar nuestro mundo de Naciones Unidas
Texto publicado originalmente en De abajo hacia arriba, compartido y autorizado por el autor para ComPolMx.